17 de julio de 2007

Computadora en busca de la Fuente de la Juventud

Resulta que tengo una computadora vieja, Pentium III 800EB Mhz, con 512 MB de RAM y un disco de 30GB de la famosísima marca Partner. Ya tiene unos 8 años esa computadora, pero bueno, allí sigue trabajando, y durante su vida le he hecho algunas mejoras: monitor flat de 17" (se quemó el CRT original...hablando de eso, estaba escuchando en un podcast que Google está experimentando poner su página en color negro para ahorrar energía de los CRT en este website...vale la pena probar!?!), tarjeta Nvidia de 64MB, lector de DVD 16X (no alcanza el performance para escribir DVD), tarjeta con puertos USB 2.0, tarjeta TV Tuner & Capture (que no sirve para capturar, sólo para ver tele, pero igual, es por performance).


El último upgrade que le estoy haciendo es un disco IDE de 200 GB. Para variar, cada cosa nueva es Plug & Pray: al conectarle el disco no fue reconocido, el BIOS se quedaba colgado y ni siquiera intentaba bootear.

Investigando qué pasaba, resulta que los BIOS de cierta edad (pre-2000) no reconocen discos de más de 128/137GB debido a que usan Large Block Addressing de 28 bits, mientras que los BIOS más recientes usan 48 bits, lo que les permite soportar, dentro de los límites de los filesystems de 32bits hasta 2.2TB. Más información sobre esto aquí.

Lo interesante es que Windows y Linux incluyen dentro de sus versiones recientes (XP SP1 al menos) drivers de LBA 48bits que eliminan la necesidad del BIOS especializado, pero claro, es necesario que primero el sistema haya booteado de un disco que sí reconozca. Me dí cuenta de esto en una de las muchas pruebas que hice: puse el disco nuevo como secundario, y fue reconocido completamente por el OS, sin que el BIOS se diera cuenta que ese disco estaba instalado.

Traté de buscar una actualización del BIOS de la computadora, y sorprendentemente existe...pero vale $30. Pensando que ya no vale la pena seguir invirtiendo esta computadora, entonces me quedaron dos opciones:

1) Dejar el disco original de 30GB como primario, y poner el disco nuevo como secundario, o

2) Comprar un enclosure USB y usarlo como disco externo portátil.

Al final tomé la opción #2, me costó los mismos $30 que hubiera costado el update de BIOS, pero ahora lo puedo hacer transportable, y que me funcione como unidad de respaldo para mis archivos, etc.

Libros: Computer Architecture, 4ta edición.
Música: Rolling Stones iTunes Essentials
DVD: The Simpsons, 10th season

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Google dice que lo de la página en negro no ayuda.

efutch dijo...

Si, y ni siquiera es un sitio de Google, sino que es de terceros. Bueno, otro mito destruído.

Anónimo dijo...

Que interesante post pues ya me habia pasado eso de que un disco nuevo no se reconociera en una compu vieja y me extrañaba que OnTrack ya no incluyera su BIOS patch en Disk Manager para solventar este tipo de problemas, pero ahora con esta explicación todo está claro.

PD: si sirve el loop cerrado.

efutch dijo...

Como dijo Darth Vader: "The circle is now complete"...ah por cierto, esos parches de BIOS funcionan, si es que la computadora logra ver al menos los primeros 32GB o algo así, pero en este caso, la geometría del disco salía de todo parámetro que mi BIOS reconocía. Mala suerte.